“RASPALL”
EN LA CALLE
Una de las modalidades de
Pelota Valenciana es el juego de raspall
(también conocido como raspot o raspallot). Puede jugarse tanto en la
calle como en los trinquetes y en cada caso varían algunas de las reglas.
Nuestro trabajo se va a centrar en el juego de raspall en la calle.
El Raspall podríamos definirlo como un deporte cuyo objetivo es
golpear una pelota con la mano para hacerla llegar al final del campo contrario
y ganar así el tanto. Algunas de sus
características principales son las siguientes:
-
Es
de estilo directo, es decir, los dos equipos participantes están situados uno
frente al otro, de manera que la pelota es golpeada directamente entre ellos.
-
Es
un juego de invasión, es decir, los jugadores pueden invadir el campo contrario
para golpear la pelota.
-
Se
juega al alto, es decir, no importa el número de botes que efectúe la pelota
antes de ser golpeada por uno u otro equipo. Ésta puede ir incluso rodando por
el suelo.
-
La
habilidad básica es el golpeo. Este se realiza siempre con una mano y en ningún
caso puede golpearse la pelota dos veces consecutivas por el mismo equipo.
PARTICIPANTES
Aunque pueden realizarse partidas
de 1 contra 1, el número de participantes más habitual en Raspall es de dos o
tres jugadores por equipo, pudiendo jugar también tres contra dos. Cada jugador
recibe un nombre particular en función de su posición en el campo:
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El
traure: Es el jugador más alejado respecto al otro equipo y la persona que
realiza el saque.
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El
mitger: Es el jugador que está a una distancia media entre los otros dos.
-
El
punter: Es el jugador más avanzado respecto al otro equipo y la persona que
remata la mayoría de los tantos.
Entre los dos equipos
participantes se distingue el equipo rojo y el azul siendo el rojo el equipo
favorito, el que teóricamente es más fuerte. Además de llevar una camiseta del
color correspondiente, el resto del vestuario consiste en un pantalón corto ya
que los largos podrían molestar en los frecuentes movimientos de arrodillarse
para raspar la pelota por el suelo e impedirían que el marxador (el juez de la
partida) viera claro si la pelota pega o no en la pierna del jugador, pues en
este caso será quince para el quipo contrario.
PUNTUACIÓN
Las partidas de raspall en la
calle se juegan a 8 juegos. Cada juego suma 5 puntos al marcador, por tanto en
total se juegan 40 puntos. Para ganar un juego hay que conseguir 4 quinces, que
se cuentan de la siguiente manera: (15-30-
“val” y “joc”). Después de cada
juego los equipos se cambian de campo, cambiando así también sus papeles (el
equipo que sacaba pasa a restar y viceversa).
LA
PELOTA Y OTROS MATERIALES
La pelota utilizada en esta
modalidad por lo general es la de vaqueta, aunque si se juega entre aficionados
también es común el uso de pelotas de badana. Además de la pelota, un material
imprescindible para esta modalidad son los dedales, que protegen la punta de
los dedos a la hora de hacer la raspada y
completan la protección de la mano existente también en el resto de modalidades
(guante, esparadrapo, planchas de metal, cartas, tesamoll, moco verde, etc.).
Pelota de vaqueta |
Pelota de Badana |
Dedales |
TERRENO DE JUEGO
Para jugar en la calle se
marcan dos líneas de quince separadas por unos 70 o 75 pasos, las cuales
delimitan el terreno de juego. En una parte del campo está el saque y en la
otra el resto, pero ambas partes no se separan por ninguna línea. Detrás de las
rallas de quince se marcan dos pasillos para que puedan pasar los jugadores, y
delimitan la colocación de la gente. En el medio de la calle se marca una línea
de falta (depende de los pueblos y los campeonatos). Ésta supone el límite
antes del cual debe votar la pelota durante el saque. También forma parte del
terreno de juego la piedra desde la que debe realizarse el saque.
En esta modalidad el público tiene
un papel muy importante en la partida ya que delimita el campo, situándose en
los laterales y en los dos extremos, detrás de cada línea de 15. Además,
también intervienen en la decisión de algunas jugadas conflictivas.
LA
PARTIDA
La partida comienza cuando un
jugador realiza un saque botando la pelota en la piedra. El saque suele ser de carxot o de sobaquillo pero siempre se realiza por bajo.
Una vez se ha realizado el
saque, la técnica básica de golpeo es la raspada, que consiste en golpear la
pelota cuando esta rueda por el suelo arrastrando la mano y contactando con la
punta de los dedos.
Para hacer
quince, el equipo que resta devolverá la pelota intentando que esta pase más allá de la línea
de quince de sus adversarios (los del saque), los cuales intentarán conseguir
lo mismo con la raya del resto. Cada vez que la pelota pase la raya de quince y
de más de un bote sin que sea devuelta al aire, se ganará el quince.
Una de las situaciones más
repetidas en la práctica de esta modalidad es que la pelota se pare entre el
público o en la puerta de alguna casa. Ante esta situación se dice que la
pelota está parada. Para seguir jugando, la pelota debe colocarse en el centro
de la calle, a la altura donde se había parado, y un jugador del equipo
contrario la pondrá en juego golpeándola desde el suelo con la mano no hábil.
Además de lo citado
anteriormente, otra manera de ganar el tanto es que el equipo contrario cometa
una falta. Se comete falta en los siguientes casos:
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Si
un jugador golpea la pelota pero esta retrocede.
-
Si
un jugador golpea la pelota con cualquier parte del cuerpo que no sea la mano.
-
Si
la pelota se encala en un tejado o balcón y no cae pasados 5 segundos.
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Si
el saque sobrepasa la línea de falta sin que la pelota haya botado al menos una
vez antes de la misma.
VENTAJAS
DE ESTA MODALIDAD PARA SU APLICACIÓN EN EL AULA
Esta característica la
convierte en la modalidad ideal para que cualquier persona se inicie en este
deporte, por el hecho de que es un juego en el que no importan los botes que dé
la pelota ni tiene que superar ningún tipo de cuerda. Por lo tanto, es más
fácil trabajar esta modalidad de pelota valenciana en el colegio. Además, las
reglas del juego son más sencillas y flexibles que en el resto de modalidades
(“escala i corda”, “llargues”).
Asimismo, gracias a la pelota
valenciana, se pueden desarrollar diferentes habilidades perceptivo-motrices
como el golpeo, la coordinación óculo-manual, la percepción espaciotemporal,
velocidad de reacción, etc.
Como muchas otras actividades
deportivas, puede trabajarse de manera interdisciplinar, ya que para llevar el
marcador hay que realizar diferentes operaciones matemáticas, a la hora de
explicar y adaptar las normas se emplean las habilidades comunicativas, podemos
introducir el origen y la cultura del juego, fabricar las protecciones de la
mano en la asignatura de plástica, etc.
Otra de las ventajas más
importantes es que el raspall se puede practicar en diferentes espacios, no se
requiere un lugar específico para jugar. Con lo cual, podemos adaptar los
espacios disponibles del colegio (pistas deportivas, gimnasio).
En cuanto a los materiales,
el tamaño de la pelota ha de ir disminuyendo conforme aumenta la edad de los
alumnos.
Así pues, la modalidad de
raspall, ya sea en la calle o en el trinquete, es la más adecuada para
iniciarse en el mundo de la pelota valenciana en las escuelas.
Aquí os dejamos un enlace para informaros sobre cualquier partida de "raspall" y de cualquier otra modalidad de pelota valenciana.
http://fedpival.es/cas/inicio
Finalmente, este es el link en donde podéis ver un vídeo que hemos hecho de cómo se juega a la modalidad de "raspall" en la calle.
http://www.youtube.com/watch?v=IRqBLyGwL5M
Finalmente, este es el link en donde podéis ver un vídeo que hemos hecho de cómo se juega a la modalidad de "raspall" en la calle.
http://www.youtube.com/watch?v=IRqBLyGwL5M